-Sabes lo que he sentido esta mañana al despertarme mamá?
Nada.
Ni pasión, ni chispa, ni fe, ni emoción... Nada!
Creo que ya he llegado al límite de seguir llamando a esto un mal momento.
Me aterroriza pensar que... Prefiero morir antes de...
¿Estas es la persona que voy a ser de ahora en adelante?
picture by alexander kesselaar
Trataré de imaginarme de aquí a unos años caminando por las calles de Tokio sin entender ni una sola palabra de lo que hablan los demás. Imaginaré que una niña con unos minúsculos y preciosos ojos rasgados me pregunta pos sus padres y yo, ajeno a todo lo que le ocurre, le compro una enorme nube de algodón de azúcar para que no llore. Imaginaré también que cuando me levante para ir a la oficina en medio de cualquier paranóica gran ciudad, no tendré ni por un instante la sensación de que voy al trabajo. Imaginaré que no trabajaré nunca porque haré de mi profesión todo aquello que me apasiona. Imaginaré que si me interno en el pasillo maldito de la monotonía, me iré a París, encontraré un local con música en directo, cerraré los ojos y seré feliz. Trataré de imaginar que nunca me faltarás y nunca te faltaré. Imaginaré que siempre encontraré nuevas aficiones, que siempre seré pintor, arquitecto, violonchelista, chef, piloto, empresario, biólogo, poeta, joven...
Imaginaré que si alguna vez tengo tal miedo de enfrentarme a la vida que no quiera vivirla, podré salir a la calle, correr bajo la lluvia sin querer llegar a ningún sitio y así, entender que lo maravilloso de la vida se encuentra encapsulado en muchos pequeños e insignificantes detalles que marcan la diferencia en cómo vivirla. Imaginaré que si alguna vez lo pierdo todo, hasta la dignidad, tendré el coraje y la valentía de sonreír y ante la situación dar gracias, gracias porque habré entendido que si nunca pierdo, entonces jamás ganaré. Imaginaré que nunca me canso de viajar, de comer sin engordar, de llorar de alegría, de cantar sin entonar, de abrazar sin esperar, de planificar menos y arriesgar mas, de escuchar sin hablar, de huirle al conformismo, y en definitiva, de perder para ganar.
Imaginaré que lo habré perdido todo el día en que me sienta tan satisfecho con todo lo que soy, tengo, y hago, que no tenga la necesidad imperiosa de hacer algo para mejorar, para ser mas feliz.... Me sentiré perdedor el que día que sienta que todo lo que podía hacer, ya lo he hecho, que todo lo que podía aprender, ya lo he aprendido, que todo lo que podía amar, ya lo he amado, que todo lo que podía sorprenderme, ya ha pasado, que todo lo que podía disfrutar, ya lo he disfrutado... Me sentiré perdedor, cuando me sienta conformista.
Imaginaré que lo habré perdido todo el día en que me sienta tan satisfecho con todo lo que soy, tengo, y hago, que no tenga la necesidad imperiosa de hacer algo para mejorar, para ser mas feliz.... Me sentiré perdedor el que día que sienta que todo lo que podía hacer, ya lo he hecho, que todo lo que podía aprender, ya lo he aprendido, que todo lo que podía amar, ya lo he amado, que todo lo que podía sorprenderme, ya ha pasado, que todo lo que podía disfrutar, ya lo he disfrutado... Me sentiré perdedor, cuando me sienta conformista.