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20 segundos de coraje irracional

Exactamente eso era lo que necesitaba John Woolorf para tomar una decisión y salir del lugar de su cautiverio voluntario, mental, aterrador. Necesitaba pensar menos en lo poco que le aportaba su música, pensar más en quien quería ser y no en quien era. Necesitaba el valor y el coraje suficiente para atreverse si quiera a pensar que aun estaba a tiempo de intentarlo. En el fondo, guardaba con desesperación, frustración y miedo, la esperanza de que ella aún estaría allí, en el mismo rincón de Londres, en el número 301 de Prince Street que tanto le recondaba a Abby Road. Necesitaba tan solo veinte segundos de no pensar en lo que pudo haber sido y no fué, en lo que podría salir mal si metía la pata, veinte segundos en los que pudiera alejarse de la soledad que le acompañaban en todas sus giras, veinte segundos de no pensar en qué pasaría con las masas que le seguían en sus conciertos por todo el mundo, veinte segundos de sólo imaginar que ellos, sus seguidores, también se alegrarían de escuchar una canción suya, no las que sus escuchaban cada noche, sino esa que, desde siempre, mantenía oculta en el rincón de un cajón y que tarareaba cada noche para no olvidar; esa canción que había compuesto hacía mas de 30 años para ella en una de sus escapadas a Saint Tropez.

Hacía tres días que no asistía a sus encuentros de ventana con el jovencito de la estación de tren. Decía que se parecía mucho a alguien que conocía, y sentía morir de envidia. En cambio, había preferido mantenerse allí, en la misma cama con las sábanas sucias; respirando. No quería dormir para no pensar muy alto, decía que tenía unos pensamientos demasiado maravillosos cuando cerraba los ojos y temía que algún día quisiese estar más allí, en ese imaginario y maravilloso lugar, que en aquella mugrienta habitación frente a la estación de tren. No quería comer por miedo a alimentar también las ganas de borrar su mundo e inventarse uno nuevo en su vieja libreta negra, a punta de lápiz carboncillo, tal y como lo hacía en sus años mozos. No quería cantar canciones, ni micrófonos chapados en oro, ni escenografías increíbles, ni hoteles en Las Vegas, ni limusinas en Madrid. Quería veinte segundos en los que, quizá, pudiese sentirse de nuevo dueño de sí. 

Tan solo veinte segundos hubiesen sido suficientes para no darle tanto poder a la razón de ser de todo, olvidar que existe el porqué y también el mañana. Ahora, John Woolorf recordaba en voz muy alta aquel 26 de febrero de hacía tantísimo tiempo, cuando tomó la peor decisión de su vida: "20 segundos", -pensaba-, "tan solo veinte hubiesen bastado para acallar las voces de los que siempre quisieron opinar y decidir por tí John, podías subir el volumen de la voz en tu interior". "Si John, esa voz que te decía que la guitarra eléctrica era el sueño de tu padre, no el tuyo, y por tanto no tenías porqué hacerlo".

Pero ya era demasiado tarde, se lamentaba John. O quizá no...  Al fin y al cabo, ¿Qué son 20 segundos?

                             

P.D: Creo firmemente en que hay momentos en la vida de toda persona en los que hace falta dejar de lado todos los argumentos posibles, a favor y en contra de aquello que siempre quisimos ser, y arriesgarnos al error. De eso se trata el coraje irracional. Después de todo, el miedo al fracaso menosprecia los sueños, y un sueño no cumplido te carcome los huesos. 


7 comentarios:

  1. Te había escrito una parrafada, pero luego me di cuenta de que no tenía mucho sentido... en cualquier caso, una vez más, tu texto me ha hecho comerme el coco un rato. Enhorabuena!

    Saludos!

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  2. Gracias por las vitaminas para el alma. De veras que sale una renovada luego de visitarte.

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  3. Hola,

    Enhorabuena por su blog; lo he encontrado en 20 Minutos.

    Le propongo la lectura del siguiente enlace, por si le resulta interesante; se trata de varias reflexiones similares a la entrada que acabo de leer aquí.

    http://josearnedo.blogspot.com/2011/08/francisco-mora-como-funciona-el-cerebro.html

    Un cerebro no es un ordenador (una caja estática que procesa entradas según un programa para generar una salida) sino que sufre cambios fisiológicos y estructurales constantes, siempre aplicando las emociones en una toma de decisiones compleja.

    Un saludo, seguiremos en contacto en el 2012,

    Jose

    http://josearnedo.blogspot.com

    "The good life is one inspired by love and guided by knowledge"
    http://josearnedo.blogspot.com/2011/04/bertrand-russell-what-i-believe.html

    "La evolución moral de occidente ha sido mucho menor que la material"
    http://josearnedo.blogspot.com/2011/11/amin-maalouf-el-desajuste-del-mundo.html

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  4. Hola, Fercho, vine a devolverte la visita y me encontré con un buen blog, la entrada bien narrada y un tema que deja pensando.
    En mi caso particular, vivo dando saltos al vacío, pues me gusta arriesgarme todo el tiempo por lo que deseo. Hasta ahora siempre salí bien parado, no digo que siempre ileso, pero en estadísticas, los triunfos superan ampliamente los fracasos.
    Te sigo.
    Un abrazo.
    HD

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  5. Muchas gracias Fer, por comentar mi Blog, aúnh soy muy virgen en estos temas y no sé ni como moverme; es más, te escribo el comentario aquí porque no sé como mandártelo por privado, un gran abrazo y suerte con todo. Te seguiré más a menudo por tu blog.
    Abrazos.

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  6. Pues yo estoy aqui por error...que no! gracias fercho. ves? compartimos mas que Russian Red, jaj. A mi esos 20 segundos llegaron nuevamente el dia de año nuevo, como te dije. A todo aquel que necesite una dosis sonora de motivacion que escuche chicles pegados - grises. El album "El hombre boligrafo", recomendadisimo! ;-* violettt

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